El Sistema de Monitoreo de Presión de Neumáticos o TPMS por sus siglas en inglés, rastrea los niveles de presión de los neumáticos de un vehículo y alerta rápidamente a los conductores cuando ocurre una desviación o desequilibrio significativo. Como tal, estos sistemas son vitales para mantener los neumáticos en condiciones óptimas, evitando daños y los peligrosos reventones, una causa común de accidentes en la carretera.
Fundamentalmente, el TPMS opera mediante sensores eléctricos compactos que se instalan en cada rueda del vehículo. Desde allí, miden la presión de los neumáticos antes de transmitir estos datos, presentando una advertencia en el tablero si esta ha caído por debajo de cierto punto. Sin embargo, debemos destacar que el Sistema de Monitoreo de Presión de Neumáticos se separa en dos tipos distintos: directo e indirecto.
El TPMS directo funciona a través de sensores de presión de aire usualmente situados en la llanta de cada rueda (alternativamente en la válvula) que monitorean activamente la presión de los neumáticos. Estos sensores suelen ofrecer lecturas en tiempo real de la presión y temperatura de los neumáticos. Posteriormente, el sistema envía inalámbricamente estos datos al vehículo, activando una alerta en el tablero en caso de fluctuaciones de presión.
El TPMS directo proporciona lecturas de presión de neumáticos más precisas, eliminando la necesidad de recalibración después de inflar o rotar los neumáticos. Además, las baterías de sus sensores tienden a tener una vida útil más larga, lo que lo hace más fiable. No obstante, estos sensores son más susceptibles a daños durante cambios de neumáticos, y el sistema en sí tiende a ser más costoso en comparación con el TPMS indirecto del cual hablaremos a continuación.
El TPMS tiene una importancia primordial debido a que los neumáticos desinflados en vehículos de remolque comerciales son un precursor evidente de accidentes graves. Su único propósito es evitar tales incidentes facilitando el mantenimiento adecuado de los neumáticos.
Habiendo dicho esto, el TPMS también aporta valor a los esfuerzos generales de gestión de flotas al proporcionar:
Seguridad mejorada: Una presión de neumáticos óptima apoya la seguridad y maniobrabilidad de camiones y remolques, mejorando así la seguridad vial tanto para los conductores como para otros usuarios de la carretera.
Reducción de costes: Mantener los neumáticos de cabeza tractora y remolque en condiciones óptimas, minimiza el tiempo de inactividad no planificado, lo que se traduce en ahorro derivado de una mejora productiva.
Reducción del consumo de combustible: Unos neumáticos con una presión correcta, generan una eficiencia de combustible mejorada, lo que conduce a un menor consumo y adicionalmente, emisiones de CO2 reducidas.
Vida útil de los neumáticos extendida: Al mantener la presión de los neumáticos en niveles adecuados, estamos ayudando a prolongar su longevidad, reduciendo la frecuencia de reemplazos y los gastos asociados.
Detección de problemas mecánicos: una temperatura anormal puede generar problemas tanto en los frenos como en la suspensión. Soluciones como la proporcionada por MICHELIN Connected Fleet ayudan por tanto a evitar estas complicaciones asociadas a una alta temperatura, cubriendo no solo problemas en los neumáticos si no también en otros componentes relacionados.
En esencia, el TPMS no solo protege contra accidentes, sino que también produce beneficios reales en términos de seguridad, eficiencia económica y sostenibilidad ambiental dentro de las operaciones de la gestión de flotas.
Por lo tanto, no estar al día e incumplir los requisitos de TPMS en realidad colocará nuestra flota en una posición de desventaja frente a otros competidores.
Reconociendo el papel fundamental que desempeña esta tecnología en MICHELIN Connect Fleet, hemos desarrollado nuestras propias soluciones innovadoras de control de la presión y la temperatura de los neumáticos, que proporcionan a los gestores de flotas alertas en tiempo real sobre la presión de los neumáticos cuando esta no es óptima, junto con umbrales de temperatura establecidos para identificar cuándo se necesitan intervenciones de servicio.
Si estás interesado en mitigar averías importantes, reducir reparaciones costosas, minimizar el tiempo de inactividad no programado, reducir el consumo excesivo de combustible y prepararse para los cambios en las regulaciones, asegúrate de contactar a nuestro equipo de expertos hoy mismo.