En los últimos años se ha podido ver cómo las diferentes instituciones gubernamentales, han dado un giro estratégico hacia una sociedad futura más sostenible e igualitaria.
Todo ello, hace que nos veamos en la necesidad de disponer de un plan para el posible desarrollo de una estrategia de flota “verde” a corto, medio y largo plazo, que dé respuesta a ese objetivo cada vez más presente. Conseguir limitar las emisiones de CO2 y también establecer unos límites en los niveles de NOx para los vehículos, son factores de creciente relevancia. Por todo ello, se hace cada vez más necesario el desarrollo de una gestión de flotas sostenible.
Introducción
La necesidad de una Estrategia de Flotas Ecológica: Una realidad.
¿Por qué es Importante?
¿Qué es una Estrategia de Flotas Ecológicas?
Los Beneficios.
Propósitos y Objetivos.
Plan de Acción
Selección de vehículos: Eléctrico, híbrido, combustible fósil.
Gestión del consumo: combustible, electricidad.
Gestión precisa del kilometraje.
Flotas grises responsables.
Formación de conductores.
La Unión Europea en el 2015 crea un plan de “Desarrollo de Objetivos Sostenibles” vinculado a la Agenda 2030, donde se pretende conseguir el desarrollo de países más igualitarios y sostenibles para las futuras generaciones. En su objetivo número 12 “Un Consumo y Producción Responsable”, se establecen parámetros para ayudar a las empresas a la reducción en la contaminación ambiental, así como para apoyarlas en esa transición hacia unas infraestructuras y prácticas más “verdes”.
Dentro de este plan, uno de los objetivos a cumplir es la reducción en las emisiones de CO2 y el incremento en el uso de energías renovables, lo que afecta directamente a todas aquellas empresas, que estén de alguna manera vinculadas a la movilidad, tanto de personas como de mercancías.
En 2019 la Unión Europea hizo público su plan estratégico “European Green Deal”, donde se muestran las acciones que pretenden llevar a cabo, para conseguir un cambio climático neutro en toda la Unión. Para ello, se ha propuesto una nueva ley que estipula los objetivos para este cambio climático, que se pretende conseguir para el 2050. En este acuerdo, se propone aumentar el valor en los objetivos que se habían establecido, sobre la emisión de gases en su Agenda de 2030.
La creación de una estrategia de flota ecológica se hace por tanto cada vez más necesaria. Conseguir alinear esta estrategia con los planes de la compañía a largo plazo, puede parecer complicado. Pero con un planeamiento cuidadoso, que incluya el uso de herramientas de gestión de flotas que faciliten la recogida de datos clave como son, el consumo de combustible o el comportamiento de los conductores, y que nos aporte un análisis general de costes, es posible implementar una estrategia verde mucho más acorde con la gestión de flotas de tu negocio en particular.
El sector del transporte, es esencial para conseguir los objetivos establecidos por la Unión Europea para el 2050 (descritos anteriormente). Por ello, se hace más real y cercana la necesidad de implementar un plan sostenible para la gestión de flotas.
Cada vez son más las empresas que recurren a sistemas de gestión de flotas, los cuales ayudan a conseguir estándares más sostenibles, a través de la recopilación de datos clave para la toma de decisiones. La utilización de este tipo de soluciones, simplifican el control del consumo y del uso que se hace de sus flotas, permitiendo a empresas pertenecientes a los diferentes sectores involucrados, obtener el máximo rendimiento en sus procesos de transporte.
En la “Guía para la Gestión del Combustible en las Flotas de Transporte por Carretera”, del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), se nos muestra la repercusión que puede tener la gestión del combustible, que permite no sólo aprovechar de una manera más rentable cada litro, sino que también ayuda a conseguir mejoras en el ahorro energético y el medio ambiente.
Según este estudio, una adecuada gestión del combustible está ligada a:
La contribución de los costes de carburante, respecto a los costes totales de operación, varía según la naturaleza de la flota. En flotas compuestas de vehículos de gran tonelaje y largo recorrido, el coste de carburante puede suponer un 30% del coste total.
Una reducción en dicho consumo del 10%, supondría un incremento de los beneficios de un 31%. Porcentaje que puede suponer una gran diferencia para un negocio, cuando los márgenes en los que se maneja son estrechos.
La adecuada gestión del combustible, supondrá un ahorro de carburante y por tanto, una mayor eficiencia energética. Además, nos ayudará a mejorar la eficiencia de cada vehículo, ya que el seguimiento individualizado, nos permitirá tanto recabar información sobre el consumo y el uso que se hace del vehículo, como la programación de rutas en función de sus características y consumo. Todo ello, nos servirá para la creación de programas de formación para conductores, donde se formarán en técnicas de conducción más eficientes. Lo que finalmente, se traducirá en una reducción de costes para la empresa y un aumento de los beneficios, además de cumplir con los requisitos ecológicos esperados.
Una estrategia ecológica de flotas tiene que establecer cómo, cuándo y cuál, es la mejor forma de incorporar una serie de criterios prácticos, para conseguir los distintos objetivos de consumo e infraestructura, necesarios para conseguir ese objetivo “verde”. Los puntos a tener en cuenta en el desarrollo de una estrategia de este tipo son:
1.Optar por combustibles y tecnologías más limpias:
Incorporadas dentro de este criterio de estrategia “verde” de flotas, nos ayuda a reducir la emisión de gases y poluciones a la atmósfera, de ahí, que también debamos tener en cuenta la utilización de vehículos que reduzcan las emisiones y el consumo, como pueden ser los vehículos híbridos.
2.El uso eficiente de vehículos mediante:Un sistema de gestión de flotas, permite el acceso directo a la información recogida por el software sobre los puntos anteriores, para cada uno de los miembros del equipo. Facilitando el análisis de datos, necesario para la toma de decisiones en la creación y puesta en marcha de una estrategia sostenible.
3.Gestión precisa del kilometraje:
La reducción del kilometraje mediante el uso de técnicas de planificación de rutas, está directamente relacionado con una mejora en el rendimiento de la flota. Aquí de nuevo, contar con un sistema de gestión de flotas nos permitirá optimizar rutas de transporte y monitorizar la conducción, con el consiguiente efecto positivo en el consumo y mantenimiento de los vehículos.
Los beneficios de esta nueva gestión se dividen en tres grupos, financieros, medioambientales y de salud.
Financieros:
Como hemos podido ver en los puntos presentados anteriormente, la creación de una estrategia de reducción de emisiones de gases, afecta directamente al uso y consumo de los vehículos, por lo tanto, si conseguimos reducir dicho consumo y mejorar los hábitos de uso gracias a una mejor gestión, esto se verá traducido en una reducción de los costes de mantenimiento y combustible para la empresa.
Medioambientales:
Reduciendo ambos, la emisión de gases nocivos como el CO2 y el impacto medioambiental relacionado directamente con el uso de combustibles fósiles, mejorará la capacidad de la empresa para contribuir con la conservación del medio ambiente, así como para afrontar posibles cambios normativos a este respecto.
Salud:
Los beneficios para la salud de la implementación de este tipo de cambios, no se limitan a la reducción del nivel de CO2. La salud de los trabajadores puede verse también positivamente afectada, reduciéndose los niveles de estrés gracias a una gestión de flotas más eficiente.
El cambio de rumbo en la política de gestión de flotas hacia un enfoque mucho más ecológico, se va a cimentar sobre la base de una serie de propósitos, que se instrumentalizarán a través del cumplimiento de una serie de objetivos.
Los propósitos de este nuevo enfoque van a ser los siguientes:
Y los objetivos que nos permitirán cumplir con dichos propósitos serán los siguientes:
Llevar a cabo un plan de transición hacia una gestión de flotas “verde”, va a generar unos beneficios a largo plazo, ciertamente mayores al gasto que puede suponer su implementación. A continuación, describiremos los puntos a tener en cuenta a la hora de crear un Plan de Acción Estratégico, que sea válido para tu negocio y tipo de flota.
Disponer de los vehículos esenciales para tu flota, es uno de los pasos clave para implementar el Plan de Acción. Debemos estar seguros de que tanto los actuales vehículos como aquellos que se van a adquirir, cumplen con los estándares de eficiencia de combustible y de emisiones de CO2 de la unión europea, ya que esto nos facilitará el desarrollo de la nueva estrategia.
Hoy en día, existen en el mercado una gran variedad de automóviles que cumplen con los requisitos deseados, tanto en modelos que aún hacen uso de combustibles fósiles pero de menor consumo, como híbridos y eléctricos. Tanto los vehículos híbridos como los eléctricos, se están convirtiendo en opciones muy fuertes frente a los vehículos de combustible fósil, puesto que con el tiempo estos últimos tenderán a desaparecer.
El impacto medioambiental que pueda tener la flota que elijas, puede significar una gran diferencia como punto de partida, especialmente si se trata de vehículos de gran tonelaje y por lo tanto de mayor consumo.
Para poder hacer una buena gestión del consumo de carburantes hay que saber primero, cuál es el consumo de forma individualizada para cada vehículo de la flota. Una tarea, en la que disponer de un sistema de gestión de flotas inteligente va ser de gran ayuda.
Los sistemas de gestión de flotas, facilitan la creación de sistemas avanzados de gestión de combustible, basados en el diseño de rutas apropiadas, dependiendo de variables como el tipo de mercancía, cuál es la mejor trayectoria, etc.
Cuanto mayor sea el número de datos que podamos manejar, mejor será la estrategia de consumo de combustible que podamos realizar y a su vez, mayor será el beneficio obtenido. Las soluciones de gestión de flotas de MICHELIN Connected Fleet, permiten obtener todos los datos que necesitas, además de contar con un equipo de profesionales que te ayudarán a entenderlos y a aplicarlos.
Una gestión precisa del kilometraje, nos ayudará no sólo a conocer el consumo por kilometraje de los conductores, sino que nos ayudará también a identificar potenciales mejoras. Hay dos posibles caminos que puedes tomar a este respecto. En primer lugar, se podría aplicar una reducción de los kilómetros recorridos a los estrictamente necesarios, mediante un diseño de rutas estratégico, obteniéndose el consiguiente ahorro de combustible. En segundo lugar, se podría optar por la reducción de consumo por kilómetro recorrido, lo que supone un mejor aprovechamiento de la cantidad de combustible utilizado. Esto se puede conseguir a través de la formación de los conductores, enseñándoles nuevas técnicas de conducción más eficientes. Finalmente, la combinación de ambas medidas supondría sin duda la solución óptima a la gestión del kilometraje y aquí de nuevo, el soporte de una solución para la gestión de flotas va a ser determinante para maximizar nuestras posibilidades de éxito.
No es inusual encontrar casos en que vehículos no utilizados en las principales tareas de transporte, quedan fuera del sistema de gestión de flotas. Sin embargo, estos vehículos tienen también un impacto en la consecución de los objetivos establecidos en una estrategia de flotas “verde”.
Por ello, aunque estos vehículos no estén incorporados en el sistema de gestión de flotas, es recomendable hacer un seguimiento del consumo y uso que se les da, así como establecer unas pautas y normas de comportamiento a seguir por los trabajadores que hagan uso de los mismos.
La gestión del factor humano sigue siendo clave en el éxito de una estrategia de gestión de flotas. El enfoque verde que hemos descrito en el presente texto, pretende conseguir una serie de objetivos y beneficios asociados a estos, donde el papel de los conductores se vuelve fundamental. Las diferentes tareas relativas a este proceso, como la gestión de combustible, el diseño de rutas, etc., necesita ser complementado con la formación estratégica de los conductores.
El avance tecnológico que ha sufrido el sector automovilístico en estos últimos años, ha introducido nuevas e importante modificaciones, tanto en el motor como en los sistemas de rendimiento de los vehículos, ayudando a reducir el consumo y las emisiones. Por ello, es muy importante que los conductores se formen en nuevos modelos de conducción, que puedan extraer el máximo rendimiento de estas mejoras tecnológicas.
En definitiva, la transición hacia una gestión de flotas verde supone una serie de desafíos que, sin embargo, merecen la pena en términos de rentabilidad y responsabilidad social. Si estás decidido a dar este gran paso, pero tienes dudas acerca de cómo implantar este cambio de manera exitosa. Las soluciones de MICHELIN Connected Fleet, incluyen todo lo necesario para sacar el máximo provecho a esta transición hacia un nuevo modelo más ecológico.