La tecnología GPS juega un papel clave en la gestión de flotas, ya que permite el seguimiento de vehículos y mercancías. En este artículo vamos a contarte con todo detalle cómo funciona esta tecnología, su historia y su aplicación dentro del conjunto de la gestión de flotas profesional.
La tecnología GPS o sistema de Posicionamiento Global (del inglés Global Positioning System), es una utilidad propiedad del gobierno de los Estados Unidos de América que permite obtener la posición de personas y objetos mediante un metodo de triangulacion en el cual se utiliza la información enviada desde diversos satélites para determinar la posición de un objeto.
El sistema GPS consta de tres segmentos: el segmento espacial, el segmento de control y el segmento de usuario.
El segmento espacial consiste en la constelación de satélites operativos que se encargan de transmitir señales que determinan la posición hacia los receptores GPS empleados por usuarios civiles y militares. El segmento de control está formado por estaciones que monitorizan los satélites para asegurar que estos se mantienen en sus órbitas correctamente. Finalmente, el segmento del usuario se refiere a los equipos receptores GPS, que los usuarios utilizamos para conocer la posición de vehículos, mercancías y otros objetos.
La historia del GPS comienza en la década de los 60, cuando se crea el sistema OMEGA el cual estaba basado en señales emitidas desde estaciones terrestres. Tras una serie de mejoras y experimentos se crea el sistema TRANSIT, este sistema funcionaba gracias a una constelación de seis satélites en órbita polar baja. No obstante tenía limitaciones y la posibilidad de posicionarse era intermitente. En esta misma década y gracias a la evolución de los relojes atómicos, fue posible desarrollar la constelación de satélites que supuso la base de lo que hoy conocemos como sistema GPS, desarrollado en los años 80 y 90. Fue a finales de esta época, más concretamente en el año 1,999, cuando su uso con fines civiles fue aprobado.
La tecnología GPS es ampliamente utilizada en la gestión de flotas comerciales tanto de mercancías como de pasajeros, dentro de lo que se conoce como datos de movilidad o telemática. Es un instrumento fundamental en la monitorización de vehículos y ayuda a los gestores de flota a tomar decisiones importantes sobre áreas claves en la mejora de la productividad. Desde optimizar rutas de transporte, pasando por reforzar la seguridad de conductores y detectar patrones de conducción no seguros, entre otros. Los servicios y soluciones inteligentes de gestión de flotas de MICHELIN Connected Fleet, incluyen esta y otras tecnologías que combinadas, permiten ofrecer a las empresas un sistema de generación de ventaja competitiva sostenible.
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