En los últimos años el compromiso de limitar o reducir las emisiones de gases de efecto invernadero ha estado cada vez más presente. España dentro del ámbito de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el Protocolo de Kioto entre otros, ha ido estableciendo una serie de pautas para conseguir los objetivos marcados, por la hoja de ruta de la Comisión Europea, hacia una economía baja en carbono y competitiva en 2050, con la cual se pretende llegar a una reducción de las emisiones en un 80% por debajo de los niveles de 1990.

Por todo ello, hay un mayor foco en el impacto ambiental de los diferentes tipos de combustible, particularmente el diesel. Las flotas están cada vez bajo más presión para asegurar que las decisiones que toman sobre su gestión, tienen en cuenta factores ambientales. Pero no sólo hay beneficios ambientales en la reducción de CO2 y NOx, también se produce debido a ello un incremento considerable de los beneficios financieros.

CUÁl es el impacto ambiental de la flota?

Es muy importante saber cuál es el estado en el que se encuentra la flota, antes de empezar el proceso de reducción de carbonos para la mejora del impacto ambiental. Esto nos facilitará conocer el punto de partida y qué impacto tendrán las decisiones que se tomen. Una vez que se ha establecido el punto de partida, se podrán identificar oportunidades para la reducción de carbono más fácilmente.

Hay tres factores principales a considerar en la gestión de flota sostenibles:

  • El uso de vehículos de bajas emisiones.
  • El uso más eficiente de los distintos vehículos que componen la flota.
  • La gestión de rutas para la reducción del uso del vehículo.

Estos tres factores son claves en la utilización de buenas prácticas en la gestión de flotas, para conseguir los objetivos de reducción del impacto ambiental.

Por suerte la tecnología actual nos permite y facilita este proceso. El uso de softwares de gestión de flotas, nos permite recopilar toda la información sobre el consumo de combustible, el kilometraje, el exceso de velocidad, rutas, entre otros datos que nos ayudarán a saber cuál es el estado en el que se encuentra nuestra flota y cómo trazar un plan de acción con el uso de estas tecnologías, para conseguir reducir la contaminación y así transformar nuestra flota en una más sostenible.

El uso de vehículos de bajas emisiones.

El uso diferentes tipos de combustibles se encuentran en el foco del cambio climático, unos porque favorecen el cambio y otros tienen el efecto contrario. Por ejemplo, cuando se comparan los vehículos diesel y de gasolina, el diesel tiene mejor consumo de combustible y produce menos CO2, pero si tenemos en cuenta las emisiones que afectan a la calidad del aire (NOx y PM) los valores de diesel son mayores. Por ello, debemos tener en cuenta todos los tipos de vehículos (diesel, gasolina, híbrido, plug-in híbrido, eléctrico) en base a las necesidades de la empresa y a partir de ello crear el plan que nos permitirá la reducción del impacto ambiental de dichos vehículos.

Es importante tener en cuenta que la tecnología no sólo ha avanzado en cuanto a programas de seguimiento de flotas, sino que en los últimos años, se ha mejorado mucho en el ámbito de la automoción eléctrica. En el caso de los vehículos híbridos y eléctricos, algunos de ellos pueden llegar a tener cero emisiones. Si a esto le sumamos que la fuente de energía de recarga de estos vehículos procede de energías renovables  se puede conseguir casi un ciclo de vida de combustible de cero emisiones.

En el caso de los vehículos híbridos la mejora en el consumo de combustible y la reducción de las emisiones de CO2 se han conseguido reducir entre un 20-25%, lo que hace su eficiencia similar al diesel, pero con una emisión de gases (NOx y PM) más baja. Por ello, los híbridos ofrecen grandes beneficios en cuanto a emisiones dependiendo del modo de conducción, que en su modo eléctrico produce cero emisiones.

El uso más eficiente de los distintos vehículos que componen la flota.

El tracking de los distintos vehículos puede ayudar a mejorar la eficiencia, monitoreando la conducta de los conductores al volante. La monitorización de datos aporta la posibilidad de un análisis en profundidad en la forma en que los conductores se comportan en carreta, pudiendo saber si hay maniobras bruscas como frenadas repentinas, curvas pronunciadas, infracciones por excesos de velocidad, si pasa mucho tiempo con el vehículo en ralentí y todo lo que puede influir en un consumo de combustible mayor y por lo tanto una mayor contaminación. 

Por ello, es importante la formación de los conductores. La recopilación de todos esos datos que tienen que ver con el comportamiento en carretera, a través de soluciones de gestión de flota. Ayudan a poder crear planes especiales de formación para los conductores, haciéndolos más proactivos.  Esto no sólo ayuda a mejorar la seguridad en carretera, sino que también aseguran a que los vehículos funcionen de manera más eficiente por más tiempo.

La gestión de rutas para la reducción del uso del vehículo.

El uso de la tecnología GPS permite una mejora de la planificación de rutas y la posibilidad de respuesta en tiempo real de cualquier imprevisto que pueda surgir, ayudando a reducir el tiempo que el vehículo pasa parado en ralentí en carretera consumiendo combustible, aumentando el desgaste de los vehículos y la contaminación del aire. La mayoría de los conductores podrían reducir hasta en un 5% su kilometraje, aumentar su productividad y reducir el impacto ambiental de las flotas, a través de la planificación estratégica de las rutas. 

Esperamos que este artículo te haya sido de ayuda, para descubrir más acerca  de cómo puedes mejorar el impacto ambiental de tu flota, reducir costes y mejorar los hábitos de conducción a través del uso de la tecnología.

Si deseas saber más acerca de cómo la tecnología puede mejorar la productividad de las flotas, o incluso probar una de estas soluciones sin ningún tipo de compromiso, te invitamos a contactarnos a través de este sencillo formulario.